NÚMERO 12: MANIQUÍ I (14/NOV/2018)
Quién me llegaría a decir a mi, que hoy estaría dibujando mi primer maniquí de madera copiado del natural. Siempre he sido una negada para el dibujo y aunque parezca mentira, siento que la evolución en tan solo dos meses ha sido impresionante. Antes, ni siquiera se me había pasado por la cabeza hacer un ejercicio de estas características porque tenía pánico a no saber defenderme ante lo que se me presentaba. Hoy, mírame, intentando demostrar que con iniciativa y dedicación las cosas son mucho más aptas de conseguir.
En clase, como ya he dicho, hemos realizado nuestro primer maniquí de madera, que lejos de ser realista, trata de ponernos en un primer contacto con el cuerpo humano al completo.
El trabajo ha sido rápido, comenzando con un primer boceto en el que simplemente tomamos notas rápidas: proporciones, medidas y pendientes. En este caso, hemos empleado una nueva herramienta: la ventana, instrumento que consta de un marco hecho de cartón; y ocho rectángulos marcados con hilo negro. Este útil nos facilita dividir la figura a retratar en ocho fragmentos iguales; y ver con precisión que partes del cuerpo corresponde en cada rectángulo, de manera que luego sepamos con mayor certeza la disposición de la silueta en la hoja.
Por su parte el segundo boceto, además de realizar en él los pasos del primero, hemos incluido el dar luces y sombras, para lo cuál, es aconsejable manchar el papel con anterioridad.
Nuria.


Comentarios
Publicar un comentario